Tengo entre manos un dormitorio muy pequeñito y con muy poca luz al que tengo que sacar el máximo partido posible. El estilo será romántico y clásico, sin llegar al extremo de cuento de princesa ¡no os asustéis!. El color de las paredes, el papel pintado y los textiles están casi decididos, tonos suaves y neutros. Los muebles todos blancos, a excepción del cabecero, para potenciar toda la luz que sea posible y que visualmente no cargue.

El "caos" está siendo la distribución, al no tener muchos metros y tener que aprovechar muy bien el espacio siempre ciñéndome a un presupuesto, no es tan fácil como a priori puede parecer. También hay que tener en cuenta que las necesidades del cliente tienen que ser satisfechas para que se encuentre muy cómodo con el resultado final. Poco a poco lo estoy sacando adelante, me parece un reto muy interesante y confío en que va a gustar mucho. 

Mientras sigo concentrada en este proyecto os muestro unas imágenes que siempre viene bien un poquito de inspiración. ¡Ojalá que todos los dormitorios fueran tan grandes y luminosos!

¡Feliz jueves!