Esta semana en el tema de decoración os voy a hablar de los espejos pero obviando la "idea tradicional" que tenemos de ellos. En todas (o casi todas) las casas hay espejos en el baño, en habitaciones y cómo no, en la entrada. Este último está especialmente diseñado para que nos deprimamos al ver nuestra cara cuando volvemos de fiesta ¡jajaja! 

Su principal función es "mirarnos en ellos" como es lógico pero hoy quiero ir más allá y enseñaros otro punto de vista. Para mí, además del uso tradicional, un espejo sirve para reflejar la luz y ampliar los espacios. Con esto quiero decir que si tu casa no tiene mucha luz, con la ayuda de un espejo del tamaño y diseño adecuado, puedes multiplicar el lugar de forma considerable, todo en función de como se proyecte.

En las zonas de comedor, por ejemplo, es uno de los lugares que yo evitaría poner un espejo puesto que no es muy cómodo tener una cena y estar constantemente mirándote o viendo al resto de la gente comer. Si no quedara más remedio, en lugar de un espejo completo, lo ideal es poner una composición, puesto que de esta forma consigues prácticamente el mismo efecto pero de una forma más apetecible.

Otra opción que cada vez se estila más es la del mobiliario, personalmente me gusta mucho para dormitorios y pequeñas zonas de trabajo. En este caso, evitaría poner este tipo de elementos en las zonas públicas de la casa cuando hay niños, puede resultar bastante peligroso. También existe la posibilidad de utilizar los espejos en accesorios de decoración; joyeros, bandejas, portavelas, etc.

Las dos últimas colecciones de Zara Home están plagadas de elementos decorativos de este estilo y en mi caso ya he comprado tres bandejas, no lo puedo evitar, me encantan. No he comprado más porque no tengo dónde ponerlo, pero las ganas ahí están ¡jajaja!

Como siempre, os muestro una selección de fotos para que os hagáis una idea de lo que quiero decir. Millones de gracias por estar al otro lado.

¡Feliz viernes y feliz fin de semana!