Hace un añito, más o menos, realicé este proyecto de sala. El espacio inicial era un porche abierto cuyos dueños decidieron cerrar con fachada, para ganar esos metros cuadrados a la vivienda, ya que las necesidades de la familia habÃan cambiado. El salón principal de la vivienda se habÃa convertido en un salón de juegos por lo que necesitaban un espacio más zen en el que estar tranquilos.
Cuando llegué me encontré con un espacio con ladrillo rojo (antigua fachada) un poco oscuro y con el "modo trastero" puesto. Esto suele pasar en la época de transición. Una vez dibujado el plano, lo más importante era conocer las necesidades y saber qué esperaban de esa zona para poder potenciar y exprimir al máximo los metros cuadrados (y el presupuesto, claro).
Lo que necesitaban era una salita, para un máximo de cuatro personas, en la que ver la tele, leer, tener libros y que tuviera espacio de almacenaje ciego y estanterÃas para libros. Para ello dividà el espacio en dos zonas; Relax y TV. El estilo estético que iba a seguir estaba claro; luminoso y ligero. En un espacio de este tamaño y con la cantidad de mobiliario que iba a tener, la idea era integrarlo todo en una gran "caja blanca".
Las dos paredes de ladrillo rojas pasaron al blanco nuclear para potenciar la luz e igualar el color base de toda la sala. A pesar de estar bien diferenciadas las dos zonas, tienen elementos de nexo comunes porque forman parte del mismo espacio. El contraste con el blanco de la caja lo aportan los elementos de la colección vittsjö de Ikea. La delgada estructura metálica y el cristal hace que sean elementos ligeros, a pesar de ser oscuros.
Al ser una casa de campo, y para integrarla con el entorno, incorporé materiales naturales como rafia, ratán, lino, mimbre o cuerda. Es muy importante a la hora de decorar saber dónde estamos. Una casa años 20 en un pueblo de montaña, no tendrÃa sentido.
Pero estar en el campo no significa renunciar a la tendencia ni a un punto sofisticado que es aportado por elementos en dorado como por ejemplo los tiradores, los espejos o la archifamosa lamparita ästrid que la he incluido en varios proyectos porque es el ejemplo de "equilibrio perfecto" entre diseño, calidad y precio. Un acierto del gigante sueco.
No soy muy fan del color pero al final siempre acabo metiendo pequeños puntos para "levantar" el espacio y darle "vidilla", en este caso me decanté por el azul. Todos los cojines son de Maisons du Monde y los espejos una ganga de Leroy Merlin.
Las mesitas auxiliares vienen en pack pero decidà separarlas para no recargar la zona de estar y asà aprovechar la otra en la zona de relax. Es un buen truco para presupuestos ajustados.
¡Y esto es todo! Espero que os haya gustado y que estéis llevando el confinamiento lo mejor posible y muchÃsimo ánimo a todos.
¡Saldremos pronto de esta, feliz martes!